Esta semana hemos recogido muestras en nuestro viñedo experimental para realizar un análisis del suelo y conocer así el diagnóstico de su estado actual.
Debido a la importancia de la selección y recogida de muestras de forma cuidadosa, la primera fase del proceso ha sido la elección de las zonas de muestreo con el objetivo de que fuesen representativas de la parcela. Se seleccionaron tres zonas en función de la distinta altitud en la parcela y las diferencias apreciadas de forma visual sobre el terreno. En estas tres zonas establecimos varios puntos de muestreo y extrajimos suelo superficial y en profundidad. A continuación mezclamos bien los suelos de cada zona y profundidad por separado, empaquetamos, etiquetamos y enviamos a laboratorio.
Pues bien. ¡Ya hemos recibido los resultados de los análisis del suelo y estamos satisfechos!
Conocer las particularidades del suelo nos permite corregirlo evitando excesos, carencias o desequilibrios negativos por abonados, fertilizaciones, tratamientos fitosanitarios, o cualquier otra actividad perjudicial. Así que poco a poco iremos corrigiendo las carencias detectadas y realizando diferentes pruebas en función del resultado de la analítica. Todos sabemos que ayudar al suelo a estar en buenas condiciones es un trabajo lento y requiere esfuerzo pero es de gran importancia. El vino nace en el viñedo y del suelo y su contenido se alimentan nuestras cepas… así que… ¡Manos a la obra!
Añadir un comentario
Debes estar conectado para publicar un comentario